domingo, 8 de julio de 2012

Fuego interior

Él la miraba con insistencia, su mirada la excitaba, al punto de robarle un beso.

-¡Vaya! dio resultado mi táctica- bromeó.

-¿De qué hablas? preguntó la chica.

-Eres demasiado apasionada con todo, no sabes cuánto fuego interior posees, si así eres con una mirada, ¿como será con lo demás?- le robó un beso de sus carnosos labios. Ella se puso tensa por un segundo, y sus mejillas se ruborizaron mucho. -Nadie se ha tomado el placer de explorarte, ya sabes, tocar tus puntos débiles- le susurró en un oído- creo que ese trabajo me tocará hacerlo, preciosa.

-Qué gracioso eres- comentó divertida. No creo que tengas tanta suerte.

-Eso dices tú- la tomó por la cintura, cosa que le sorprendió y le emocionó a la vez. Con sus manos acariciaba su tibia piel, erizándose por donde pasaban sus dedos. La besó de nuevo con invitación a ir un poco más allá. Dejó que su lengua recorriera lo que quisiera, lo disfrutaba. En ese momento el chico se alejó, dejándola acalorada y confundida.

-Todo a su tiempo amor, todo a su tiempo, y estoy seguro de que correré con mucha suerte- con eso terminó, robándose un ósculo en su cuello.



2 comentarios:

  1. Bonito texto, atrapante y sensual que estés bien besos

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  2. gracias :D igual que estés bien, me alegro que te haya gustado

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