¡Basta de llorar por ti! ¡Debo ahorrarme las lágrimas para el próximo imbécil que me enamore!
Estoy cansada. Una vez más, no estás, qué raro.
Estoy cansada. Una vez más, no estás, qué raro.
Ya ni tiene sentido realizar una búsqueda
Porque infortunadamente, sé dónde te encuentras
Aquella taza de café
Que un día compartimos, aún tiene la borra en el fondo
Ciento ocho días
Intermitentes
En las que llegas y te vas, como si nada hubiera pasado.
En el misterio de tu silencio
Trato de interpretar tus gestos
Que se hacen comunes
Cuando una persona no quiere a otra
Soy consciente de ellas
Sin embargo
Aguardo otras señales, sin éxito
Que me digan que me amas
No las consigo
Aquella Luna que vimos alguna vez
Se está poniendo amarilla
Y aquellas cartas que nos escribimos, también
Así como envecejen ellos, este amor se acabó
Ya no hay signos vitales
De este amor marchito
De este dolor vibrante en mi pecho
Que ya se apagó.
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