viernes, 6 de mayo de 2016

Quererte y olvidarte

Cuando empecé a entenderte y quererte, es momento en el que tienes que irte. ¿Por qué? El reloj no se detiene, el azul del cielo se pierde, y no puedo tenerte. ¿Cómo te detengo?  Me siento fuera de lugar sin ti, justo ahora que empecé a entenderte y quererte.
Ahora que mis sentimientos no se esconden, mi cuerpo te exige, ¿y cómo le explico que no estarás? Siento rabia, rencor y miedo, siento mucha ira, olvidémonos de ser mejores amigos, las horas se descuentan de mi vida y no las puedo compartir contigo. 
El destino me juega en contra y no hará falta mucho para que en el proceso te olvides de mí. ¿Cómo te explico que no quiero que te vayas?
Camino desamparada bajo la lluvia para ver tu rostro al menos una vez más, pero ya te has ido, y sé que no tuve ni tendré la oportunidad de despedirme, así como las veces que te ignoré por mis tonterías.
Tantos años pasaron bajo el puente, y ahora que comencé a entenderte y quererte, es momento en el que tienes que irte.
A gritos pido que te quedes, pero tus sueños son importantes, no puedo ser un obstáculo ahora, el tiempo sanará eventualmente.
Aunque tu recuerdo no me basta y no es suficiente, me aferraré a él como pueda, y, como una chica con sentimientos en exceso, te pido que no me olvides en tu nueva vida.
Si en algún momento me entero de que estás bien acompañado, estaré muy feliz por ti, y seguiremos siendo buenos amigos.
Te extraño, ¿sabes? y quiero pensar que esto pudo haber continuado en la forma que yo quería, que yo tenía planeada, pero tu vida ya estaba resuelta y me di cuenta que llegué tarde como siempre.
Si tu estás bien, yo también lo estaré, la vida continúa para todos y no espera por nadie. Te deseo lo mejor siempre, y no es un adiós, sino un hasta luego. Te amo. Mucha suerte.


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