viernes, 17 de julio de 2015

26 de marzo

Largos murmullos se escuchaban en aquel cuarto sombrío, susurros repetitivos de esa voz, ese tono particular
que ella conocía muy bien; llenaba cada recoveco de ese lugar.
Se convencía de que no estaba loca, ni que soñaba despierta, pero esos murmullos la atormentaban, cada 26, desde que él murió. Su novio.
Aquel fatídico día, 26 de marzo, coincidiendo con su cumpleaños, se vieron involucrados en un grave accidente de tránsito, quedando ella ilesa.
Todo lo que puede suceder con unos tragos de más.
Todo por no pedir un taxi.
Cuando se mezcla la fuerza y el alcohol, todo puede salir mal.
Los forcejeos para que no entrara al auto fueron inútiles, él pudo más, y para no quedarse sola, se montó de copiloto.
Lo que comenzó con gritos de pareja, terminó con ambulancias y sirenas.
Hoy, el calendario marca 26, y, desde aquel momento, en su habitación solo se escucha:
"Tenías razón, no debí manejar ebrio, te extraño, ¿y tú?"



6 comentarios:

  1. Algo que todo mundo sabe, el alcohol y los carros no se llevan, pero aun asi a muchos no les importa y manejan borracho sabiendo que ellos pueden perder la vida o se la pueden quitar a alguien más. A de ser muy triste perder a alguien por un accidente asi, un accidente que se pudi haber evitado...
    Saludos !!!
    krlalizarraga93.blogspot.mx

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    1. Muchas gracias por tu comentario, muy acertado por cierto :) Saludos.

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  2. Yo nací un 26 de marzo. Buen relato. Felicitaciones.

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