domingo, 8 de enero de 2012

Naturaleza


La paz que me produce, la sensación de plenitud, el movimiento de las olas en mi cuerpo, el silencio, sus variados colores.
Los azules chocando con el dorado, el cielo que está lejos de mí, la brisa cantarina marina que me persigue, el verde al fondo, componen la más fina obra de arte.
Las suaves curvas de las montañas son mi escalera al infinito, donde me hago amiga del sol.
La espuma en mis pies borra los rastos de arena al pasar, donde voy dejando huella.
Somos afortunados de disfrutar lienzos pintados con delicadeza.
Donde el cielo se confunde con el mar
Para ser uno solo
Que no se deja alcanzar.  
 

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